Con cifras contundentes sobre el consumo de energía del
último año, deberíamos estar más que preocupados. La escasa producción
nacional, mezclada con el aumento en el consumo, hicieron que este año, se
exportaran 24.8% más que el año anterior. En cifras: u$s10.863 millones entre los primeros once meses de 2012 y
2013 ¿Se solucionará con la presión impositiva
que el Gobierno nacional quiere imponerle a las empresas energéticas? ¿Es
posible que se solucione a corto plazo? ¿Quizá la estatización del servicio sea
la solución?
La sensación es bien clara: No hay previsibilidad. La ausencia, no física, pero sí institucional del Ministro de Planificación, Julio De Vido, invita a descreer que alguno de estos interrogantes pueda llevarse adelante.
Pensemos qué proyecto a largo plazo llevó adelante el
Kirchnerismo. Pensemos cuál fue la mejor medida tomada por De Vido. Pero ojo,
sería muy fácil solo pegarle a un tipo ausente, carente de apoyo popular que
basa su defensa con agresiones metafóricas, lejos de la probatoria de predicar con
el ejemplo.
Daniel Cameron juega al Golf mientras que en la ciudad la mitad de los vecinos está a oscuras, increíblemente hasta el día de hoy. Se ve que ni las cifras aterradoras de su cartera lo tienen en vilo. Según la consultora privada IES durante los 11 meses acumulados del 2013 se exportaron 23.8% menos que el mismo periodo de 2012. Ni siquiera le llama a atención el aumento de 72.2 % de importación de grupos electrógenos.
Mauricio Macri, jefe de Gobierno Porteño, permanente vacacionista, propone cambiar el huso horario del país, solución que ni se acerca a la resolución de un problema que sin políticas a largo plazo lamentablemente vamos a sufrir durante todo el año.
Axel Kicillof, actual Súper Ministro de Economía, actúa como vocero presidencial, con algunas ideas sin formas y consistencia para palear los problemas económicos del país. Combatir la inflación para nuestro Ministro significa renovar un nuevo e inservible acuerdo de precios.
Los servicios de inteligencia que con
certeza cobran sueldos, son inexistentes, carentes de
previsibilidad. Bien demostrado quedó con un acuartelamiento que se
venía planeando con semanas de anterioridad pero que aparentemente tomo a todos
por sorpresa.
Si pensamos juntos los sucesos que la Argentina ha percibido
en los últimos meses, tendremos un panorama general de cómo vienen las cosas en
el país: Acuartelamiento policial, saqueos, cortes de luz y tarifazos
desesperados en busca de soluciones recaudatorias… Creo que no nos va a hacer
muy difícil sacar la conclusión de que la única certeza que tenemos es que no
sabremos que vendrá, cuál será esta vez el Ministro más polémico, qué tipo de
problemas tendremos que afrontar en los próximos meses, y sobre todo, con un dejo
de romanticismo me pregunto: Cuál será la absurda respuesta que
obtendremos.
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