viernes, 24 de enero de 2014

Editorial 24/1/2013

La economía será seguramente el tema de este 2014. Arrancar el año con una “megadevaluación” del 30% son claros indicios de lo agitado y turbulento que va ser este año. Con un dólar descontrolado, con una cotización de $8, y con un sinfín de dudas sobre lo que vendrá, nos pone en alerta sobre cuanto poder adquisitivo vamos a perder en estos 11 meses que nos restan. Los sueldos tiemblan y se ven degradados frente a una crisis que quiere ser tapada por sus progenitores. Para un gobierno nacional y popular es muy difícil admitir el tarifazo que le hace a su pueblo. A mi parecer, más popular sería admitir un problema que para algunos es preferible esconder. La suba del boleto del colectivo; el incremento en el precio de la naftas; aumento en las autopistas; y el aumento al día de hoy del 20% en los productos alimenticios, son claros ejemplos de cómo se nos escapa aquella metáfora nacional y popular que nos habían propuesto. Ni siquiera entremos en detalles sobre como la asignación familiar ya devaluó un 30% desde sus inicios, allá por el año 2006, o los jubilados, que ya están perdiendo poder adquisitivo por la falta de actualización de haberes que recién se conocerá en el mes de marzo.

Duele admitir nuestras fallas, el narcisismo nos obliga a seguir con nuestra idea cueste lo cueste. Duele admitir la inflación, duele admitir la inseguridad, duele admitir que el cepo al dólar no funcionó, duele admitir el descontento social. Pero a veces admitir no es malo, puede ser un efecto contrario a lo que está ocurriendo. ¿No será la hora de decir?:” Señores\as hemos tomado medidas equivocadas, necesitamos ayuda”.



@cronopio17

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