miércoles, 29 de enero de 2014

Editorial 29/01/2013

Como es habitual en Mauricio Macri, vetar leyes se ha vuelto por decirlo de alguna manera su fetiche favorito. Ni si quiera leyes propuestas por sus Ministros parecen estar a la altura del modelo de país que busca el ingeniero. Cabría preguntarse si el mandamás de la Ciudad de Buenos Aires, busca el mismo país que sus subordinados. Tanto el Diputado Jorge Garayalde y el Legislador Daniel Lipovetzky, deberán perder sus horas de trabajo destinadas a sus respectivos proyectos.

Pero no es de extrañarse, a esta altura del partido, un veto más un veto menos no cambian la forma de hacer política del pope ciudadano. Desde 2008 Macri ha vetado parcialmente 30 leyes por lo que se ha ganado el apodo de sus compinches kirchneristas de “Vetador Serial”.

Ahora bien, entendemos que en la política hay distintos métodos para manifestarse y distintas maneras de construir un prototipo de país. Es casi gracioso, por ponerle un término al hecho, que  Legisladores porteños hayan presentado un proyecto de solidaridad para con el presidente de una empresa multinacional como lo es Juan José Aranguren, Presidente de Shell Argentina. Totalmente innecesario y poco eficaz para lo que se quiere demostrar cuando los números hablan por sí solos para bien o para mal. Desde cuando una empresa privada necesita que los gobiernos salgan a defender sus intereses. Y está más que claro que esos intereses, que terminan siendo intereses comunes, son el modelo de país en el que nos quiero sumergir Mauricio Macri.

Entender que el trabajo en conjunto con privados es la dirección del mundo que vivimos es parte de nuestra formación como sociedad del mundo. Creer que se puede vivir asilado es una tontera grande. Pero de ahí a ser portavoces de las corporaciones…

Creo que no hay una política clara, o por lo menos sin un trasfondo que no nos perjudiqué. Circo, teatro, ficción no son la solución a la construcción de la pluralidad de diálogos. A veces es preferible el silencio a engañar con demagogia inescrupulosa. El gran problema reside en que no nos vendan gato por liebre. Ya lo dijo Jorge Macri, “el Pro y el Kirchnerismo no están tan lejos como se cree”. Y así es. Votos a cambio de puestos, proyectos inmobiliarios en común y silencios perpetuos en momentos adecuados.


A veces figurar no alcanza. El silencio muchas veces aporta más que acciones estúpidas.

viernes, 24 de enero de 2014

Editorial 24/1/2013

La economía será seguramente el tema de este 2014. Arrancar el año con una “megadevaluación” del 30% son claros indicios de lo agitado y turbulento que va ser este año. Con un dólar descontrolado, con una cotización de $8, y con un sinfín de dudas sobre lo que vendrá, nos pone en alerta sobre cuanto poder adquisitivo vamos a perder en estos 11 meses que nos restan. Los sueldos tiemblan y se ven degradados frente a una crisis que quiere ser tapada por sus progenitores. Para un gobierno nacional y popular es muy difícil admitir el tarifazo que le hace a su pueblo. A mi parecer, más popular sería admitir un problema que para algunos es preferible esconder. La suba del boleto del colectivo; el incremento en el precio de la naftas; aumento en las autopistas; y el aumento al día de hoy del 20% en los productos alimenticios, son claros ejemplos de cómo se nos escapa aquella metáfora nacional y popular que nos habían propuesto. Ni siquiera entremos en detalles sobre como la asignación familiar ya devaluó un 30% desde sus inicios, allá por el año 2006, o los jubilados, que ya están perdiendo poder adquisitivo por la falta de actualización de haberes que recién se conocerá en el mes de marzo.

Duele admitir nuestras fallas, el narcisismo nos obliga a seguir con nuestra idea cueste lo cueste. Duele admitir la inflación, duele admitir la inseguridad, duele admitir que el cepo al dólar no funcionó, duele admitir el descontento social. Pero a veces admitir no es malo, puede ser un efecto contrario a lo que está ocurriendo. ¿No será la hora de decir?:” Señores\as hemos tomado medidas equivocadas, necesitamos ayuda”.



@cronopio17

lunes, 13 de enero de 2014

Editorial 13/1

No podríamos poner a la inseguridad como el tema del día. La inseguridad es un tema de siempre. Donde hay humanos, donde haya a quien someter con  miedo, ahí está presente la inseguridad. El miedo, fiel amigo de los tiranos, se hace presente a lo largo de historia como método de opresión de los pueblos. Mediante este, los seres humanos han decidido permanecer dormido. Las cifras de este reciente año 2014 son aterradoras: nueve crímenes en doce días. Todos asociados a robos. Para ser más precisos un crimen cada 32 horas.

Sin dudas que en el contexto del país los números son muchos más que eso. Son el reflejo de un país que de a poco se le van acortando las soluciones. Lamentablemente cada nuevo problema parece golpear a un gobierno que sin descanso no para de atajar penales con arqueros suplentes. Para ser ilustrativos: Pongamos el caso de la selección argentina. Sergio Romero es arquero titular indiscutido. Figura sin dudas en el equipo del actual entrenador. Sin embargo, a pesar de saber de su buena técnica y seguridad, no conforma porque en su actual equipo, el Mónaco de Francia, es suplente. La falta de actuaciones y su acotada presencia en el campo de juego, llenan un manto de dudas en la sociedad futbolera, que sin verlo actuar, no hace más que cuestionar su autoridad.

Jorge Capitanich y Axel Kicillof, ambos porteros inefables, son buenos, pero no cubren el puesto que debería cubrir en este caso Cristina Fernández. Y la gente, nosotros, los que votamos, queremos ver a los titulares, no a los suplentes.  
Silencio absoluto en los cortes de luz; silencio absoluto sobre una agenda económica cargada de contradicciones; y mutismo ante la inseguridad. El silencio genera inquietud. La inquietud genera intranquilidad. La intranquilidad genera miedo y el miedo… otra vez volvemos al miedo.
Es verdad que las cifras asustan, pero más asusta el silencio. Nadie tiene la culpa de nada, la pelota va de un lado a otro, como en un juego del Barcelona, que en un principio fascinaba por su elegancia y displicencia, pero que después de  un tiempo termina aburriendo, hasta hartando cuando solo es eso… muchos toques pero sin goles.

No importa quien tenga la culpa de la derrota. En términos generales es secundario. Lo que importan son las soluciones. Y en los malos resultados, los titulares tienen que hacer valer su puesto.

@cronopio17

viernes, 10 de enero de 2014

Opinión-Viernes-10-1-2013

Con cifras contundentes sobre el consumo de energía del último año, deberíamos estar más que preocupados. La escasa producción nacional, mezclada con el aumento en el consumo, hicieron que este año, se exportaran 24.8% más que el año anterior. En cifras: u$s10.863 millones entre los primeros once meses de 2012 y 2013 ¿Se solucionará con la presión impositiva que el Gobierno nacional quiere imponerle a las empresas energéticas? ¿Es posible que se solucione a corto plazo? ¿Quizá la estatización del servicio sea la solución?

La sensación es bien clara: No hay previsibilidad. La ausencia, no física, pero sí institucional del Ministro de Planificación, Julio De Vido, invita a descreer que alguno de estos interrogantes pueda llevarse adelante.
Pensemos qué proyecto a largo plazo llevó adelante el Kirchnerismo. Pensemos cuál fue la mejor medida tomada por De Vido. Pero ojo, sería muy fácil solo pegarle a un tipo ausente, carente de apoyo popular que basa su defensa con agresiones metafóricas, lejos de la probatoria de predicar con el ejemplo.

Daniel Cameron juega al Golf mientras que en la ciudad la mitad de los vecinos está a oscuras, increíblemente hasta el día de hoy. Se ve que ni las cifras aterradoras de su cartera lo tienen en vilo. Según la consultora privada IES durante los 11 meses acumulados del 2013 se exportaron 23.8% menos que el mismo periodo de 2012. Ni siquiera le llama a atención el aumento de 72.2 % de importación de grupos electrógenos.

Mauricio Macri, jefe de Gobierno Porteño, permanente vacacionista, propone cambiar el huso horario del país, solución que ni se acerca a la resolución de un problema que sin políticas a largo plazo lamentablemente vamos a sufrir durante todo el año.

Axel Kicillof, actual Súper Ministro de Economía, actúa como vocero presidencial, con algunas ideas sin formas y  consistencia para palear los problemas económicos del país. Combatir la inflación para nuestro Ministro significa renovar un nuevo e inservible acuerdo de precios.
Los servicios de inteligencia que con certeza cobran sueldos, son inexistentes, carentes de previsibilidad. Bien demostrado quedó con un acuartelamiento que se venía planeando con semanas de anterioridad pero que aparentemente tomo a todos por sorpresa.

Si pensamos juntos los sucesos que la Argentina ha percibido en los últimos meses, tendremos un panorama general de cómo vienen las cosas en el país: Acuartelamiento policial, saqueos, cortes de luz y tarifazos desesperados en busca de soluciones recaudatorias… Creo que no nos va a hacer muy difícil sacar la conclusión de que la única certeza que tenemos es que no sabremos que vendrá, cuál será esta vez el Ministro más polémico, qué tipo de problemas tendremos que afrontar en los próximos meses, y sobre todo, con un dejo de romanticismo me pregunto: Cuál será la absurda respuesta que obtendremos.