Hoy terminé
de leer “El inventor del Peronismo”, una supuesta biografía de Raúl Apold, ex
Subsecretarío de Informaciones y Prensa desde el año 1943 al 1955. El libro es
de la periodista Silvia Mercado, aunque
debería reconocerle cierta autoría a Pablo Sirvén. Primero porque el periodista
Sirvén es una de las mayores fuentes citadas y segundo porque la periodista
Mercado no agradeció su material en sus “agradecimientos” de las páginas
345-346.
No me gustó.
No critico su prosa, ni su investigación periodística, la cual considero de
gran valor y fuente de consulta si alguna vez quisiera escribir sobre la
historia del peronismo y los medios de comunicación.
Compré el
libro pensando que me encontraría con una biografía de Raúl Apold, un personaje
de la historia Justicialista, que aún se mantiene en inconsciente
colectivo de nuestros abuelos. Un personaje que construyó desde las sombras el
aparato de prensa del peronismo, su relato, y según dicen, las mítica frase
“Perón cumple, Evita dignifica”. Alpold, fue el encargado de congeniar una
alianza entre Gobierno y artistas, invirtiendo dinero estatal en la industria del
cine nacional, que más adelante utilizaría como medio propagandístico para
informar a la sociedad. “Ningún espectador <<cierra los ojos>> en
determinado lugar de una película, para no ver determinada escena. La podrá
mirar con mayor o con menor simpatía, con más o menos voluntad de compenetrarse
en ella, pero en último análisis, la mira siempre”, explica Raúld Aplod en el
anexo documental “Coordinación de la difusión, Propaganda, y Contrapropaganda
sobre la acción política”. Debo confesar que como todo ser curioso, estas
cuestiones, me intrigan mucho. El aparato operacional de los gobiernos son para
mí, una pasión analítica, que nos permite corregir y mejorar los errores del
pasado.
Para
concluir, no quiero dejar de nombrar que la historia habla de una supuesta
fuente que se reconoce con el sinónimo de F.L y un diálogo con el ex Presidente
Néstor Kirchner. F.L le recomienda a Kirchner apoderarse de los medios de
comunicación, como lo había hecho el peronismo bajo la influencia de Raúl
Apold. Lo cual me parece ridículo, una
posible invención, que trata de contraponer la actual situación de los medios con el Gobierno de Cristina
Fernández, y el Gobierno de Juan Perón, cuando en el mismo relato se puede ver claramente la manipulación del aparato mediático por parte de Apold, cosa que no se asemeja en nada a la actualidad. Que habrá coincidencia, las habrá, pero
cualquier periodista sabe que basar una historia en supuestos, es inadmisible.
Sintetizando:
Si querías leer una completa biografía de Raúl Apold, el libro no es el
correcto. Hay muy pocos rasgos biográficos sobre su vida personal, algo que nos
ayudaría mucho para conocer a una persona. Carece de testimonios fuertes: Sólo gente que transitó por otras Secretarías en esos
años; un sobrino de Apold que no lo conoció, y algunas citas de colegas
periodistas. ¡Eso si hay, cabe destacar, que hay una muy buena investigación histórica
de los medios de comunicación y la política peronista!
Andreani
Jorge

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