domingo, 19 de mayo de 2013

Duendes de Bolsillo


Los duendes de bolsillo son inhóspitos habitantes en la vida del ser humano. Sé que a muchos les puede resultar tierna y conmovedora  su imagen, pero créanme son criaturas maléficas y envidiosas. Son garrapatas del hombre, viven con la finalidad de practicar en él todas las técnicas habidas y por haber para malgeniar al distraído omnipotente.
Por lo general a los duendes de bolsillo les gusta operar en las sombras, cuando el humano dedica largas y pecaminosas miradas a la nada. Se divierten con sus fechorías y gozan de las expresiones de fastidio.
Se manejan en pequeños grupos sociales, 4 ó 5 duendes por bolsillo, todos son consanguíneos y cada uno posee una desafiante habilidad: El más pequeño del clan, se encarga de enredar los cables, sobre todo los cables finitos de los auriculares. El hijo mayor se encarga de desacomodar los papeles (nunca se encuentran de la misma manera que uno los dejó). La madre duende, se encarga de la destrucción parcial de los paquetes de galletitas o alguna golosina que pulula entre la barbarie del barrio interno (siempre hay migas de algo en los bolsillos). El Macho alfa del clan, cumple la función más audaz y valiente, pues él, es el encargado de la administración Duendera. Cuando los humanos tiran monedas en sus bolsillos, el administrador recoge alguna, la atesora y huye donde la leyenda se hace realidad: La famosa olla con monedas de oro. Obviamente que no sé su paradero, pues de lo contrarío ya me hubiese hecho millonario, pero puedo jurar que seguí a uno de ellos hasta que se me escapó de la vista.
Los duendes de bolsillo suelen intercambiarse de persona, porque al igual que el humano, la rutina, lo mata. Por eso es muy común que cuando los abrigos se juntan en alguna fiesta, éstos se intercambian de paraísos bolsilleros. No discriminan clase social ni descendencia alguna, el placer por molestar al hombre no se sacia jamás. Disfrutan al máximo cuando su humano putea por el enrede de sus cables; cuando los papeles no están y al humano le entra la desesperación. Pero su mayor deleite es cuando 5 míseros centavos faltan para el viaje. Viven del odio, del mal humor ajeno, eso los llena, los revitalizan.
Así que amigos cuando estén de mal humor y las puteadas sean una moneda corriente en sus vidas, hágase revisar que de seguro sus bolsillos están invadidos.


Andreani Jorge @cronopio17

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