Los duendes de bolsillo son inhóspitos habitantes en la vida
del ser humano. Sé que a muchos les puede resultar tierna y conmovedora su imagen, pero créanme son criaturas
maléficas y envidiosas. Son garrapatas del hombre, viven con la finalidad de
practicar en él todas las técnicas habidas y por haber para malgeniar al
distraído omnipotente.
Por lo general a los duendes de bolsillo les gusta operar en
las sombras, cuando el humano dedica largas y pecaminosas miradas a la nada. Se
divierten con sus fechorías y gozan de las expresiones de fastidio.
Se manejan en pequeños grupos sociales, 4 ó 5 duendes por
bolsillo, todos son consanguíneos y cada uno posee una desafiante habilidad: El
más pequeño del clan, se encarga de enredar los cables, sobre todo los cables finitos
de los auriculares. El hijo mayor se encarga de desacomodar los papeles (nunca
se encuentran de la misma manera que uno los dejó). La madre duende, se encarga
de la destrucción parcial de los paquetes de galletitas o alguna golosina que
pulula entre la barbarie del barrio interno (siempre hay migas de algo en los
bolsillos). El Macho alfa del clan, cumple la función más audaz y valiente,
pues él, es el encargado de la administración Duendera. Cuando los humanos
tiran monedas en sus bolsillos, el administrador recoge alguna, la atesora y
huye donde la leyenda se hace realidad: La famosa olla con monedas de oro.
Obviamente que no sé su paradero, pues de lo contrarío ya me hubiese hecho
millonario, pero puedo jurar que seguí a uno de ellos hasta que se me escapó de
la vista.
Los duendes de bolsillo suelen intercambiarse de persona, porque
al igual que el humano, la rutina, lo mata. Por eso es muy común que cuando los
abrigos se juntan en alguna fiesta, éstos se intercambian de paraísos
bolsilleros. No discriminan clase social ni descendencia alguna, el placer por
molestar al hombre no se sacia jamás. Disfrutan al máximo cuando su humano putea
por el enrede de sus cables; cuando los papeles no están y al humano le entra
la desesperación. Pero su mayor deleite es cuando 5 míseros centavos faltan
para el viaje. Viven del odio, del mal humor ajeno, eso los llena, los
revitalizan.
Así que amigos cuando estén de mal humor y las puteadas sean
una moneda corriente en sus vidas, hágase revisar que de seguro sus bolsillos
están invadidos.
Andreani Jorge @cronopio17
Andreani Jorge @cronopio17




