Me preocupa el efecto “domo”. Justo ayer en uno de mis ratos libres
de consumo multimedia, vi una nueva serie que trata sobre un "Domo" que aísla del perímetro a
habitantes de la ciudad de Chester's Mill. El "Domo" tiene su propio microclíma. Pero como en
toda sociedad tanto sea minúscula como mayúscula, el orden es imposible de
establecer. Mucho menos dentro del domo. En el domo las fuerzas policiales no
alcanzan. Pues el número de civiles los supera ampliamente. La policía del domo
tiene un gran problema con sus habitantes. Y es que estando dentro del domo la
gente no tiene la capacidad de autoabastecerse. Por eso la policía tiene
dádivas limitadas. A penas el Alcalde del pueblo puedo ayudarlos.
Los ciudadanos del domo no se enteran la verdad del resto
del mundo. La información es acotada y seleccionada. Solo entra correspondencia
una vez por semana. Los hechos siempre son los mismos: Inflación, dólar,
inseguridad y miedo. Pues al parecer los externos al domo solo piensan en perturbar
la mente de los pobres habitantes.
La comida comenzó a escasear un día. Lo había predicho algún
sabio, pero nadie hizo caso. Pues en el domo nadie hace caso. Y como era de
esperarse, los civiles comenzaron a revelarse. Uno tras otro comenzaron a utilizar
prácticas medievales para buscar provisiones.
Hubo saqueos, muertes y congojas. Pues la desidia sucedía entre vecinos, amigos
y familiares. No se salvo la madre de nadie. Todo era expropiado. Y por más que
el Alcalde del “Domo” cambiase funcionarios minuto a minuto, ninguno de ellos, podía
terminar con el problema institucional… Le daban migajas a la gente, pero ya
nadie se creía el cuento de la división del pan…
Qué será de la gente del “Domo”. No hay respuestas
factibles. Pero la próxima guerra, será por el agua…
Entiéndase que cualquier similitud con la realidad, es la mínima coincidencia de un mundo real, que eclosiona minuto a minuto.
Andreani Jorge

